Repitiendo la experiencia pero en el Celler de Can Roca siempre tienen cosas con las que sorprenderte.
Comentarios en el coche sobre ¿qué comeremos? ¿vinos por descubrir? ¿estarán los 3? 100 km especulando de cómo será nuestra cena y nerviosos por llegar.
Una vez allí la experiencia empieza con los aperitivos el olivo y sus aceitunas, bombón de Carpano y taco de cochinillo ibérico antes de degustar “el món”, puesta en escena del farolillo de papel viajando con los sentidos a través de sus sabores, un burrito de mole poblano, hoja de parra con lentejas, verduras encurtidas, pan frito con tocino&kimchi y almendras-rosa-miel-yogurt de cabra. 4 aperitivos más y acabamos para empezar con el menú, una estructura metálica en forma de coral es el soporte para los percebes en escabeche y la crema de erizos de mar, seguidamente la trufa en dos versiones: bombón y briox mmm.
Arrancamos la degustación de platos con un sutil consomé de otoño con los productos mas representativos y da paso a uno de los platos que más me gusto, la mítica contessa pero de espárragos con trufa, deliciosa y delicada con su anexo de yema de esparrago con ajo negro y chicoïa, gambas con vinagre-jugo de la cabeza. Desfile de platos y productos sigue a estos detallados y enlazando con copas de vino que completan el éxito de la degustación.
El Fantástico helado de masa madre sobre un plato vivo, cromatismo naranja y anarkia de chocolate preceden a un carro de fantasía lleno de pequeños dulces.
De todos los geniales maridajes (10) a destacar el Kastanienbusch Rebholz 06 VDP Pfalz, Burkling Wölf Gaisböhl TBA02 VDP Pfalz, Son Negre 05 y el PX La Cañada Sierra de Montilla Pérez Barquero con 40 años a sus espaldas.
Una velada para el recuerdo que acaba con los comentarios de vuelta en el coche y revisando el gran listado de fotos.