Perfil: Lu on tour
Cuando Josep Armeteros me ofreció la posibilidad de colaborar en PuntoGastronomia, no lo pensé ni un minuto y acepté con una gran sonrisa e ilusión. Cuando llegué a casa me entraron todos los miedos… ¿Qué yo voy a opinar y explicar mis experiencias gastronómicas en mis viajes? ¿Y qué les cuento? ¿Qué lo voy a hacer al lado de los reconocidos colaboradores y gastrónomos de PuntoGastronomia? Ante esta realidad me dije que todo lo que podía hacer es ser honesta con todos vosotros, contaros cómo desde mi visión de inquieta, descubridora, curiosa, amante de la comida, los detalles, las cosas nuevas, el viajar y conocer nuevas formas y culturas, vivo yo estas experiencias. Así que aquí lo tenéis, escribo en primera persona y contando mis vivencias, yo lo disfruto mucho y espero llegar a transmitirlo y que os llegue a vosotros.
Para los que no me conocéis profesionalmente soy consultora de innovación y personalmente fotógrafa, curiosa, viajante y foodie en constante descubrimiento y evolución.
DiverXO – Madrid
Teníamos la reserva hace tiempo (no puede ser de otra manera si quieres cenar en Diverxo) pero a mí no me dijeron dónde iba hasta el día anterior para que no me diera tiempo a investigar nada y fuera todo nuevo. Así fue, llegué a Diverxo sin saber lo que era (aunque pueda resultar increíble).
Al entrar por la decoración dirías que estás entrando en una nube gigante que alberga una fábrica de golosinas que trabaja a un ritmo frenético pero ordenado. Esto es, en medio de este universo blanco con cerdos voladores, los camareros se mueven sin cesar como si de una coreografía orquestada se tratase. Solo entrar sabes que no saldrás igual, seguro que Diverxo no te deja indiferente.
Cuidado hasta el último detalle: se ve y se nota en las preparaciones de los platos en las explicaciones de cada uno de ellos, en los complementos y utensilios que cambian en cada uno de los lienzos y en la preocupación en que cada uno de ellos sea realmente una experiencia diferencial. Dabiz Muñoz eleva el listón y hace que la experiencia salga de la propia comida definiéndolo como un todo, no sólo el qué comes sino el cómo lo comes.
Es difícil, muy difícil decir qué lienzo (así es como se llama a la composición de los distintos platos que disfrutarás) me gustó más. La combinación de sabores, texturas, mezclas especies convierte cada plato en especial. Me quedo con la sensación de libertad que sientes gracias el esfuerzo de Dabiz Muñoz y su equipo por romper toda norma establecida en la mesa, platos que son papeles satinados, cubiertos de distinto formato para cada plato, comes de pie, sentado, estimulas los 5 sentidos porque todo es explorar. Explorar desde un plato. Para que tengáis una idea, cada plato se acompaña con una pequeña espátula para que puedas rebañar el plato sin complejos. Si señor!! ¿Por qué tengo que disimular que lamería el plato? Si está tan requetebueno, dadme la oportunidad de no dejar nada, nada!!
No os voy a describir los platos porque quiero que los disfrutéis si un día tenéis ocasión de ir, simplemente pensad en que cada uno de ellos está minuciosamente preparado para que descubras y explores mientras comes.
Me quedo con:
- La espátula que acompaña cada plato
- Que te dan la lista de lo que comerás antes y te deja imaginar mil cosas con esos nombres antes de que aparezcan en tu plato
- Prueba, toca, come, huele…. Siente!
- “Green World”: Emparedados de cordero “crujimeloso”. Apio, wasabi, lima y manzana verde . Aceite de oliva al haba tonka.
- Los platos, cada uno hecho a medida y firmado por Dabiz Muñoz para cada lienzo
Mi consejo:
Si decides ir a Diverxo, que sea un día que vayas relajado, no llegues con prisas no apures, déjate llevar y dedícale el tiempo que necesita. El menú corto son casi 4 horas que no se hacen largas para nada.