Madrid bien vale una escapada de 36 horas, cortas con la cantidad de opciones diferentes de ocio que podemos disfrutar en la capital
Nada mejor que disfrutar de la ciudad, de su gente, de su vida y de su día a día. Cualquier excusa es buena para ir Madrid a ver sitios nuevos, sitios de siempre, ver amigos, etc. Esta escapada ha sido gastronómica 100% ¿la excusa? ¡Madrid Fusión!
Acabar el servicio de domingo en el restaurante y AVE directo Atocha. Primera parada visita siempre obligada a MBFF Ramón Freixa que me lleva a ver un nuevo local Soma. Restaurante asiático donde poder degustar un menú ritual en su parte inferior, previa reserva, y una única hora para empezar su menú. En la parte superior del local (antiguo Le Cabrera) ofrecen una oferta más informal y de picoteo. Destacamos su Bao y Nem para no compartir, otros ricos platos en la carta con esos toques frescos y picantes que ofrece la cocina de Luke.
Otra de las visitas que serán obligatorias en los próximos viajes es La Cabra. Javier Aranda ofrece una cocina de tradición y vanguardista en su local de la calle Francisco de Rojas. Todos los platos de gran calidad y ricos: un croissant de kokotxas que quita el sentido, ajo verde de pistacho elegante y sabroso. Uno tras otro sabor y presentación de calidad, la atención y la carta de vinos Top.
La última cena fue en Roostiq. Brasa y más brasa con un gran referente que no te puedes perder los torreznos, donde textura y sabor maridados con champange hacen de la combinación tocar el cielo.
Madrid bien merece una escapada gastronómica! Siempre de descubren sitios nuevos