Originarios de Valls (Tarragona) los calçots es uno de los platos típicos de la cocina catalana. Y aunque cada vez se alarga la temporada del calçot, el producto está en su punto desde estas fechas hasta final de marzo o principios de abril.
Aunque su inicios son un poco desconocidos se cree que a finales del siglo XIX en la región de Valls se dispusieron a cocinar a la brasa unas cebollas y se quemaron pero en lugar de tirarlas decidieron quitar las capas churrascadas y comer la parte interna.
La calçotada muy arraigada en Cataluña es una manera de compartir una jornada con los amigos y familia. Esta especie de cebolla tierna se cocina a la brasa con mucho fuego que una vez asada es pelada para quitar la parte exterior y dejar el interior blanco que es lo que se come acompañada de salsa romesco. Una vez terminado el ritual del calçot se sigue la fiesta con la degustación de carnes a la brasa.
Receta romesco o salsa de calçot
25 g. Carne de Ñora ( sino hidratar ñoras y rascarlas)
150 g. Avellanas
50 g. Almendras
2 cab. Ajos
120 g. Pan
60 g. Vinagre
10 p. Tomate maduro
100 g. Escalonias
Aceite
Sal
En una bandeja de horno escalibamos los tomates, los ajos y las escalonias hasta conseguir que estén cocidos y tostados.
Tostamos en una sartén con un poco de aceite los frutos secos ya pelados.
Remojamos el pan con el vinagre y un poco de agua.
Trituramos todos los ingredientes rectificando de sal y emulsionando con aceite, hasta conseguir una salsa que se nos quede pegada al calçot (densa), si os gusta el picante a la hora de triturar añadir un ajo crudo o tabasco.
Rectificar de vinagre si es necesario.